“Cada
vez que, al crecer, tengas ganas de convertir las cosas equivocadas
en cosas justas, recuerda que la primera revolución que hay que
realizar es dentro de uno mismo...
Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raices es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia.
Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raices es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular su savia.
Raíces
y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y
sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así
al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de
frutos.
Y
luego, cuando ante tí se abran muchos caminos y no sepas cuál
recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y
aguarda.
Respira
con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste
al mundo, sin permitir que nada te distraiga.
Espera
y espera más aún. Quédate quieta, en
silencio, y escucha a tu corazón.
Y
cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve.”
“Donde
el corazón te lleve”
Autora:
Susanna Tamaro
Es
un precioso texto de este libro que leí, ya hace tiempo, en el año
2000.
Como
mensaje:
Conseguir
que cada camino o decisión que tomamos en nuestra vida, esté guiado
por nuestro corazón (aunque no olvidando la inteligencia),
superando las decepciones, las pérdidas, los desencuentros para
luchar valientemente contra ese viento en contra que la propia vida,
por ser vida, nos atraviesa el alma cuando menos lo esperamos...
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